Cómo conseguir empleados felices en tu empresa
Conseguir empleados felices, que se sientan a gusto en el entorno de trabajo y ofrezcan su mejor rendimiento es uno de los grandes objetivos para cualquier empresa.
Thank you for reading this post, don't forget to subscribe!¿De verdad es tan importante que los trabajadores estén felices? Sí. O, al menos, para aquellas compañías con una sólida visión a largo plazo y que ponderen debidamente la importancia de motivar a los empleados y de los factores emocionales en su balance de resultados.
Sin embargo, reforzar algo tan intangible como la felicidad de la plantilla no es una tarea sencilla.
Los empleados felices son más productivos y se sienten mucho más comprometidos con la marca, al tiempo que los conflictos laborales tienden a reducirse y mejora el clima de trabajo, como veremos más adelante.
Invertir en la felicidad laboral parece, pues, muy rentable, pero, ¿cómo pueden las empresas reforzar esta compleja variable?
Cómo identificar a un empleado que no es feliz
Conviene no confundir, de entrada, la felicidad laboral con la situación anímica de los trabajadores a nivel personal. Dicho de otro modo, es posible que muchos empleados se observen felices pero no se deba tanto a su posición en la empresa sino a otros aspectos de su vida.
Esta situación es bastante peligrosa para las compañías puesto que, si el trabajador aprecia que su labor en la empresa no es tan satisfactoria como debería, puede acabar queriendo abandonar la empresa, a pesar de que su ánimo no revele nada malo. Por ello, conviene estar atentos a las señales que indican que un empleado no es feliz en el trabajo.
Escasa sociabilidad
No cabe esperar que los trabajadores formen un bloque homogéneo y que compartan incluso parte de su tiempo libre. Sin embargo, los empleados sí que deberían sentirse a gusto con sus compañeros más allá de la cordialidad profesional.
La ley del mínimo esfuerzo
No es un elemento tan decisivo como otros pero no es habitual que un trabajador que se siente comprometido con la marca se limite a cubrir el expediente de la manera menos exigente posible.
Precisamente, una de las ventajas de cuidar la felicidad laboral es que los empleados tienden a ser más productivos, así que la apatía o la falta de iniciativa pueden evidenciar que el trabajador no es feliz.
Impuntualidad y falta de profesionalidad
Inconscientemente, cuando alguien no se encuentra del todo a gusto en un sitio, intenta retrasar lo máximo posible su paso por ese lugar. Si las ausencias e impuntualidades están a la orden del día, tal vez la empresa no cuenta con trabajadores felices. Otro tanto puede decirse que la falta de profesionalidad, como las entregas fuera de plazo o las descortesías.
Falta de comunicación
Evidentemente, las jerarquías imponen siempre cierto respeto y por ello los trabajadores no comentan cualquier confidencia con sus superiores.
Ahora bien, si tampoco existe una comunicación más o menos regular o incluso esta se rehuye o se canaliza por los medios más impersonales, posiblemente el trabajador no esté satisfecho con la empresa.
Búsqueda de otro empleo
¿Te imaginas descubrir que uno de tus empleados está postulándose para otra oferta laboral? Es lógico que los profesionales más ambiciosos deseen promocionar dentro del sector y alcanzar metas más estimulantes.
No obstante, si el empleado es feliz dentro de la empresa, agotará todas las posibilidades antes de plantearse abandonarla.
Los beneficios de contar con trabajadores contentos
En realidad, los beneficios más destacados de disponer de una plantilla que es feliz en el trabajo podrían resumirse como la prevención de las señales anteriormente comentadas. Pero todavía hay más alicientes:
Contar con trabajadores resolutivos
Tal y como se desprende de algunos de los aspectos anteriores, un empleado feliz no se limita a cumplir sus tareas de manera eficiente. Se implica en la resolución de los problemas más exigentes y está siempre dispuesto a hacer un esfuerzo adicional para conseguir los resultados deseados.
Mejora del clima laboral
La insatisfacción acaba provocando tensiones entre compañeros. La felicidad laboral aporta ese plus de tranquilidad y estabilidad que redunda en un clima de trabajo más apropiado.
Cómo conseguir empleados felices
En buena medida, las actuaciones que pueden llevarse a cabo para fomentar un trabajo feliz no tienen demasiada ciencia. Sencillamente, hay que procurar que los empleados se sientan valorados, comprometidos y satisfechos. ¿Cómo lograrlo?
Plan de incentivos
Los trabajadores más ambiciosos necesitan tener metas concretas para sentirse plenamente realizados con su trabajo. Por ello, la empresa debe fijar planes de incentivos, que pueden ir desde bonus económicos por resultados hasta beneficios laborales como más días libres, jornadas más reducidas o promociones internas. Todo ello puede relacionarse con el plan de carrera.
Comunicación
La plantilla necesita ser escuchada o, como mínimo, saber que será escuchada. Conviene habilitar canales de comunicación personales que generen confianza en que las conversaciones serán privadas y, al mismo tiempo, que las peticiones de los empleados no caerán en saco roto.
Medidas de flexibilidad laboral
Las medidas de flexibilidad laboral no pueden verse como la panacea que todo lo soluciona pero es evidente que muchos empleados valorarán
la posibilidad de teletrabajar, realizar jornadas intensivas para disponer de más días libres o intercambiar horarios con otros compañeros. Conviene, pues, facilitar esas demandas.
Muchas empresas quieren utilizar la jornada de cuatro días como medida de salario emocional y flexibilidad laboral. ¿Es así o no? ¿Se mantiene la productividad o… mejora o empeora? ¿Cómo cambian las condiciones económicas para los trabajadores? Si te interesa resolver a estas preguntas… no dudes en descargar nuestra guía gratuita:
Conciliación laboral y familiar
En línea con el punto anterior, los empleados que tienen que elegir entre atender debidamente sus responsabilidades familiares y cumplir sus tareas laborales acaban distanciándose de la empresa. Las medidas de conciliación familiar permiten disponer de trabajadores más satisfechos y, en cierto modo, agradecidos.
Responsabilidades y reconocimientos
Confiar tareas que van más allá de las habituales para ese puesto de trabajo o solicitar la opinión del empleado de cara a tomar una decisión importante hacen que la plantilla se sienta más valorada. Al mismo tiempo, no hay que dejar de reconocer los buenos resultados y el esfuerzo de los empleados.
El ROI de la felicidad
Contrariamente a lo que cabría pensar, mejorar la felicidad laboral no es sinónimo de tener que realizar grandes inversiones. Sin embargo, algunos expertos sostienen que puede utilizarse incluso una fórmula matemática para medir la felicidad de los trabajadores.
Se trata del ROI de la felicidad, esto es, el retorno de las inversiones realizadas para mejorar la satisfacción de la plantilla. Este indicador permite comprobar si las medidas introducidas para reforzar esta variable han surtido el efecto deseado.