5 ventajas del liderazgo situacional
El liderazgo es una virtud que no resulta nada fácil definir pero cuya ausencia es rápidamente identificable. El líder es el responsable de guiar los proyectos de la empresa, de acuerdo con los objetivos y la cultura organizacional. También le corresponde mantener altos la motivación y afianzar el compromiso de los empleados. Y a pesar de que cada cual tiene su estilo, hoy nos centraremos en las ventajas del liderazgo situacional.
Thank you for reading this post, don't forget to subscribe!Qué es el liderazgo situacional
El liderazgo situacional es una teoría que defiende la utilidad de que el líder varíe su estilo de liderazgo en función de los diferentes condicionantes. La definición de este modelo corrió a cargo de Paul Hersey y Ken Blanchard, si bien su concepción actual se ha enriquecido con las aportaciones de otros economistas y expertos en relaciones laborales.
De acuerdo con esta teoría, el líder tiene que ser capaz de adaptar su discurso, sus acciones y su intensidad a la disposición y la madurez de los trabajadores. Dicho de otro modo, cuando la plantilla sea capaz de cumplir sus tareas con diligencia y/o confianza, el líder podrá optar por una postura más contemplativa o supervisora.
En cambio, cuando se constate cierta falta de iniciativa o de motivación entre los trabajadores, el liderazgo debe ser más directivo y estimulante.
Justo para ayudarte a potenciar la motivación de la plantilla, hemos elaborado una guía completa sobre reconocimiento e incentivos.
Claves para entender el modelo: los tipos de liderazgo
El modelo de liderazgo situacional Blanchard no siempre se ha entendido correctamente y ello ha contribuido a generar ciertas dudas sobre su viabilidad. En realidad, el propio Blanchard definió los aspectos clave en cualquier estrategia empresarial encaminada a favorecer el liderazgo situacional. Y el primero de ellos es entender cuáles son los diferentes tipos de liderazgo y qué ventajas e inconvenientes plantea cada uno de ellos.
Liderazgo con delegación
El liderazgo con delegación es el grado máximo de autonomía para los empleados a cargo del líder en cuestión. Este reparte las tareas entre la plantilla y les da una gran libertad para cumplirlas. Es el modelo más recomendado cuando se ha constatado la responsabilidad y eficiencia de los subordinados pero puede plantear ciertas disfunciones si el empleado carece de iniciativa.
Liderazgo participativo
En el liderazgo participativo el líder favorece la toma de decisiones en común y se interesa por las opiniones de sus subordinados. Confiere una gran autonomía a los empleados pero el líder se preocupa por su motivación y, llegado el caso, puede marcar la línea a seguir ante la falta de acuerdo.
Liderazgo persuasivo
En el liderazgo persuasivo el líder concentra la mayoría de responsabilidades pero recaba información de sus empleados y, en determinados casos, solicita sus opiniones o sus valoraciones. También suele incentivar los buenos resultados y las ideas más útiles. Es uno de los perfiles más habituales en las empresas.
Liderazgo directivo
En el liderazgo directivo los empleados reciben instrucciones precisas y constantes sobre sus tareas y los objetivos que conviene alcanzar. El líder marca todas las pautas a seguir y procura que los equipos no se salgan de la línea prevista.
Es el modelo que más restringe la participación de los trabajadores pero resulta de gran interés cuando los empleados carecen de experiencia o muestran falta de resolución.
5 ventajas de apostar por el liderazgo situacional
Evidentemente, la variable más vinculada con el correcto ejercicio del liderazgo es la productividad. No obstante, las empresas pueden beneficiarse de otras notables ventajas gracias a la implementación del modelo del liderazgo situacional.
1. Equipos más resolutivos y eficientes
Cuando el líder mantiene un mismo estilo sea cual sea el escenario al que se enfrenta su equipo, es posible que esté actuando de manera contraproducente.
Por ejemplo, a la hora de enfrentarse con un problema con múltiples aristas, es muy importante que cada empleado asuma la responsabilidad de enfrentarse con una de ellas en concreto. Si un líder de corte directivo no es capaz de mostrar un talante más participativo, difícilmente se superarán todas las dificultades en el tiempo previsto.
2. Mayores niveles de motivación y satisfacción
El liderazgo situacional es, en cierto modo, un liderazgo progresivo. Con esto nos referimos a que, a medida que el líder vaya comprobando que sus subordinados merecen una mayor confianza, les irá confiriendo más tareas de responsabilidad.
Esto se convierte en un poderoso factor de motivación para los trabajadores, que saben que su esfuerzo será recompensado. De lo anterior se deriva también una plantilla con un mayor nivel de satisfacción laboral.
3. Personalización del trato con los empleados
Todos los profesionales pasan por diferentes estados de ánimo y, por consiguiente, su respuesta a los mismos estímulos puede no ser siempre la misma.
El liderazgo situacional ayuda a responder a esta situación al cambiar el estilo del líder para responder mejor al estado circunstancial de cada empleado. Y más allá del ánimo, es evidente que el desarrollo profesional y personal del empleado puede llevarle a preferir otro tipo de liderazgo, por lo general, más participativo.
4. Mayor capacidad de adaptación a los cambios
O, si se prefiere, mayor flexibilidad para adaptarse a cualquier cambio en los procesos operativos o en la gestión laboral de la empresa.
Si la compañía decide dar mayor peso a los equipos de trabajo en su plan estratégico, posiblemente se haga necesario un estilo de liderazgo más abierto a la delegación o, como mínimo, a la asunción de ciertas responsabilidades por parte de los profesionales. El liderazgo situacional facilita el tránsito hacia otros modelos de supervisión.
5. Fomento del aprendizaje vertical (ascendente y descendente)
Mostrar diferentes estilos de liderazgo en una misma empresa puede convertirse en una experiencia de aprendizaje muy positiva para la plantilla y para los propios líderes. En algunos casos, la experiencia y los conocimientos del líder serán debidamente aprovechados por los empleados.
En otros, serán los propios líderes quienes aprendan de las habilidades de los trabajadores.